¿Qué es el aprendizaje significativo y cómo ponerlo en práctica?
Una de las grandes críticas al sistema educativo es que este, en muchas ocasiones, deja de lado contenidos esenciales, favoreciendo muchos otros que, aunque importantes, no tienen el mismo impacto. En respuesta e esto, nacen teorías y métodos que aumentan y perfeccionan el proceso de enseñanza-aprendizaje como lo es la teoría del aprendizaje significativo.
Interconectando conocimientos a través del aprendizaje significativo
Para entender qué es el aprendizaje significativo se debe saber quién fue su creador. El psicólogo y pedagogo David Ausubel, partiendo de la teoría constructivista, definió al aprendizaje significativo como un tipo de aprendizaje en el que el estudiante adquiere nuevos conocimientos asociándolos a los que ya posee.
El aprendizaje significativo, entonces, tiene como pilar la Teoría de la Asimilación. Solo a partir de ella se integra la nueva información con una estructura cognitiva general ya existente. Esto implica que el proceso de aprendizaje se desarrolle de manera continua. Además, se integrará la dimensión cognitiva, emocional y motivacional.
El aprendizaje no se limita a adquirir nueva información de manera constante. Por el contrario, se centra en la generación de nuevos significados a partir de experiencias y procesos de asimilación anteriores.
Con la implementación del conocimiento significativo, la educación se aleja de la repetición y el aprendizaje memorístico como la mejor estrategia de aprendizaje. Además, se favorece la retroalimentación entre los alumnos y profesores/tutores, creando ambientes de aprendizaje integrales y dinámicos.
Descubre los 3 tipos de aprendizaje significativo
El aprendizaje significativo Ausubel consta de tres clasificaciones principales:
Representaciones
Sin duda, este es el tipo de aprendizaje más básico en el ser humano. A través de las representaciones, el ser humano otorga significado a símbolos, relacionándolos con la realidad objetiva. Aquí se apela a conceptos y vocabulario sencillos y fácilmente accesibles.
Este categoría del aprendizaje significativo es común a lo largo de la educación infantil. Los más pequeños asocian, por ejemplo, la palabra «árbol» con el objeto o símbolo que perciben. Saben que esa palabra describe a la perfección dicho objeto y sus características.
Aprendizaje de conceptos
Aunque este aprendizaje significativo parte de las representaciones, la verdad es que tienen una diferencia en particular.
En el aprendizaje de conceptos no se relaciona una palabra con un símbolo. Más bien, se relaciona con una idea abstracta, genérica y por categorías. En la mayoría de ocasiones tienen un significado personal y relacionado con las experiencias directas del individuo.
Para fomentar este tipo de aprendizaje en la educación de los niños un gran ejemplo es aprender los nombres de los animales. De esta manera los niños sabrán qué son, cómo actúan, qué sonidos hacen y sus características particulares. Cuando los pequeños vean a un león, identificarán así a todos los animales grandes, cuadrúpedos, con melena y filosos dientes.
Aprendizaje de proposiciones
Este tercer tipo de aprendizaje significativo constituye el nivel más elaborado del mismo. Gracias a él, el individuo combina de manera lógica los conceptos. A partir de ello, se realiza una diferenciación progresiva y la jerarquización de la información. Ambas necesarias para lograr apreciaciones complejas.
Un ejemplo de aprendizaje por preposiciones sería: «La multiplicación se facilita en la educación infantil a través de la tabla de Pitágoras«. Para entender la proposición, el estudiante deberá tener claridad de los conceptos aislados y así encontrar un significado general y último.
A modo de conclusión: Algunas estrategias docentes para el aprendizaje significativo
La clave principal para que tanto el profesorado como los padres puedan incluir al aprendizaje significativo dentro de sus procesos es el desarrollo de actividades y estrategias que aporten al interés por continuar aprendiendo.
Dentro de estas estrategias se encuentran:
- Ilustraciones. Las imágenes y el proceso de dibujo facilitan la creación de marcos referenciales y asociaciones de símbolos. Las formas y los colores apoyan, además, el proceso de recordación de los más pequeños.
- Mapas conceptuales y redes. Esta estrategia es muy útil cuando se empiezan a asimilar conceptos. Estas herramientas permiten que se conecten las ideas principales y comunes entre ellos.
- Juegos. Esta es una herramienta que integra tanto símbolos como conceptos y los transforma en experiencias dinámicas que se fortalecerán con la adquisición de nueva información relevante. Además, son muy útiles para mantener la atención de los estudiantes.
- Luca, plataforma virtual de aprendizaje. En Luca diseñamos nuestra malla curricular y metodología en aras del aprendizaje consciente y significativo. No queremos que se aprendan conceptos de memoria, queremos que los experimenten y se conecten con ellos.
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