¿Qué son las tecnoadicciones y cómo prevenirlas?

La revolución tecnológica ha motivado miles de situaciones. Algunas de estas más beneficiosas que otras. Gracias al fácil acceso y utilización de las Tecnologías de la Información y la comunicación, estas se convierten en una herramienta imprescindible. Tanto es así que llegan incluso al punto de generar tecnoadicciones.

Debido a que esta es una situación cada vez más recurrente, en este artículo se definirá qué son las tecnoadicciones, sus causas y cómo prevenirlas.

¡Cuidado! Las tecnoadicciones son enemigos que avanzan con lentitud

La tecnoadicción, como se menciona en la cita anterior, hace parte de una tipología conocida como tecnoestrés. Esta tipología involucra la dificultad de adaptación a nuevas tecnologías y por tanto llevar un uso poco saludable de ellas.

De esta manera, la tecnoadicción se convierte en un fenómeno negativo que impacta a los usuarios que utilizan repetidamente la tecnología. El manejo tecnológico es incontrolable y puede llegar a durar por largos periodos de tiempo.

Para las personas que sufren de esta adicción, la tecnología se convierte en el centro de sus vidas. Esto lleva a que se sientan obligados a utilizarla para alcanzar satisfacción.

Este tipo de problemática limita considerablemente la libertad del individuo. Además, pone en riesgo el desarrollo de habilidades sociales y académicas importantes para el crecimiento integral.

Este es un enemigo que va creciendo a medida que la tecnología también avanza y al que se debe tratar con respeto y cuidado.

Tipos de tecnoadicciones comunes en niños y adolescentes

Los niños cada vez son más ágiles con la tecnología y no es para menos. Han crecido en un mundo repleto de posibilidades, de interacción y dinamismo. Pero así como les resulta altamente beneficioso, también crea en ellos una dependencia preocupante.

La escuela de padres tiene como deber identificar qué tipos de tecnoadicciones afectan a los niños y jóvenes, para así poder determinar las causas y consecuencias de las mismas. Entre las más comunes se encuentran:

• Ciberadicción. Esta adicción se identifica cuando el niño o joven dedica la mayor parte de su tiempo al internet. Esta herramienta sustituye su tiempo libre y afecta sus relaciones personales.
• Efecto Google. Otra adicción bastante común. Con ella no existe otra herramienta creíble más allá de Google. Para la persona que la sufre, cualquier otro método de búsqueda es totalmente obsoleto.
• Juegos Freemium. Esta adicción apela a la necesidad de mantenerse entretenido. Las personas que la sufren comienzan un juego y al ver la imposibilidad de terminarlo sin tener que pagar, gastan su dinero o el de sus padres en comprar vidas u otros recursos.

¿Cómo identificar y prevenir la tecnoadicción en niños y jóvenes?

Capacitar a los padres y darles la información y herramientas requeridas es el primer paso. Es debido a esto que los padres y educadores deberán saber identificar las primeras señales del comienzo de una adicción de este estilo. Entre ellas se encuentran:

• La necesidad de conexión aumenta con el tiempo. El niño o joven pasa cada vez periodos más largos conectado y solo se concentra en ello.
• Cambios de humor. Cuando no hay conexión a internet, el individuo se pone de mal humor o se siente muy ansioso.
• Ignora otras obligaciones de su vida cotidiana, como el estudio.
• Prefiere mantener relaciones personales a través del internet (ciber-relaciones).

Ya habiendo identificado los síntomas, es momento de conocer cómo prevenir la tecnoadicción.

El primer paso es incentivar el desarrollo de hábitos saludables. Un buen inicio se da en incluir en el día a día de los niños y jóvenes rutinas de fomento de la lectura, actividades culturales y físicas que los alejen del uso desmedido de la tecnología.

Además, se debe incentivar a compartir los momentos en los que se accede a la tecnología y el internet. De esta manera se convierte en una situación familiar de aprendizaje y de control.

De la mano con lo anterior, siempre es bueno establecer límites. Una grata estrategia para controlar las tecnoadicciones es limitar el uso de la tecnología por horarios, por ejemplo. Así, se dará claridad e importancia a otro tipo de actividades y recursos.

Por último, es fundamental establecer relaciones saludables con la tecnología. Por ejemplo, el uso de la misma para fortalecer los procesos educativos a través del E-Learning o la educación virtual. Gracias a ello, se consolida como una herramienta de apoyo que, aunque imprescindible, se debe manejar adecuadamente para obtener buenos resultados.

Conclusión

Las tecnoadicciones representan uno de los grandes retos, incluso a nivel educacional. Son las familias y las escuelas las encargadas de desarrollar habilidades tecnológicas en los niños y jóvenes, para que así aprendan a manejarlas con responsabilidad y a tener claros los límites de ese uso.

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