Qué son y cómo se enfrentan las situaciones de vulnerabilidad educativa

Aunque el proceso educativo ha tenido éxito en muchos aspectos, aún quedan muchos factores y situaciones por mejorar. Elementos que pueden influir directa o indirectamente no solo en los resultados académicos, sino también en la vida personal de cada uno de los estudiantes. Una de esas situaciones es la vulnerabilidad educativa, de la que hablaremos a lo largo de este artículo de la categoría «Educación infantil».

Aunque hace parte de esta categoría, vale la pena recalcar que esta problemática no solo afecta la educación de los más pequeños. Por el contrario, acompaña el proceso de muchos estudiantes de secundaria y educación superior.

¿Qué es la vulnerabilidad educativa?

La vulnerabilidad educativa hace referencia a todas aquellas experiencias y condiciones que generan o incrementan las situaciones de fragilidad de los estudiantes.

Los alumnos vulnerables o estudiantes en situación de vulnerabilidad se enfrentan a toda clase de obstáculos que les dificultan el progreso académico.

Estas situaciones potencialmente adversas pueden ser conflictos familiares, problemáticas emocionales, interpersonales o dificultades propias del proceso de enseñanza y aprendizaje.

Tipos de vulnerabilidad educativa

A continuación se presentarán algunos ejemplos de vulnerabilidad educativa que sí o sí influyen en el rendimiento del alumnado:

• Problemas familiares. Aunque estos problemas pueden ser de diferentes tipos y grados, cualquier de estos tiene la capacidad de influir directamente en la esfera académica, personal y relacional de los estudiantes. Los problemas familiares disminuyen la motivación y productividad de los alumnos.

• Poca eficiencia en las relaciones interpersonales. Cuando un estudiante no encuentra los mejores caminos para comunicarse o relacionarse con sus pares, descubrirá muchos obstáculos para avanzar en su aprendizaje. Este tipo de vulnerabilidad impacta su rendimiento, motivación y productividad, sea esta individual o colectiva.

• Problemas emocionales. Una de las principales implicaciones de estos es el impacto negativo sobre el bienestar del estudiante. Además, afecta la manera en la que el estudiante se relaciona con maestros y compañeros.

• Mala conducta. Los problemas relacionados implican dificultad de aprendizaje, falta de concentración y, eventualmente, desmotivación. Estos pueden estar relacionados con la edad, generalmente son leves. Sin embargo, se incluyen también trastornos o problemas más profundos.

• Necesidades educativas especiales. No todas las instituciones están preparadas para enfrentar este tipo de necesidades. Cuando la educación no responde adecuadamente, el estudiante no encuentra herramientas para su avance. Además, puede conllevar a situaciones de exclusión y mal manejo.

• Bajo rendimiento escolar. Mantener el nivel de progreso esperado conlleva a cumplir los objetivos de aprendizaje. Sin embargo, cuando esto no sucede, el estudiante encontrará dificultades para adaptarse y relacionarse en el entorno de aprendizaje.

¿Cómo afecta la vulnerabilidad en la educación?

La vulnerabilidad educativa, siendo entendida como un conjunto de situaciones diversas y problemáticas, debilita el vínculo de escolarización. Cuando aparecen grupos vulnerables en la educación, aumentan las posibilidades de fracaso escolar.

Dicho fracaso está muy relacionado con el rendimiento académico. Pero, además, afecta el alcance de los 4 pilares de la educación (saber conocer, saber hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser).

Adicionalmente, la vulnerabilidad educativa interfiere directamente con la gestión del conocimiento, con la creación y formación de líderes, con el alcance de objetivos socioemocionales y con los propósitos fundamentales de la educación del Siglo XXI.

De esta forma, la vulnerabilidad educativa rompe las barreras de las aulas. El aprendizaje de los alumnos vulnerables llega también a los hogares y a los espacios sociales y culturales. Se crean así aún más situaciones y obstáculos que complican el camino hacia el éxito.

¿Qué es necesario hacer para enfrentar la vulnerabilidad educativa?

En aras de reducir o limitar la vulnerabilidad educativa, es fundamental tener en cuenta la implementación de las siguientes acciones y estrategias:

• Incentivar la educación inclusiva e igualitaria. Así se promueve y garantiza la igualdad de derechos, oportunidades y deberes del alumnado.

• Implementar estrategias y metodologías propias de la educación especial. Lo anterior considerando condiciones físicas y mentales.

• Crear espacios y recursos que respondan a las necesidades específicas de las comunidades en las que se inscriben las instituciones. Esto facilitará el proceso de adaptación y posterior aprendizaje de los estudiantes.

• Realizar seguimiento adecuado y constante a cada uno de los alumnos. Incluyendo el seguimiento a sus condiciones particulares y personales.

• Incrementar los canales comunicativos entre padres, maestros, estudiantes y administrativos. Esto con el fin de identificar problemáticas y responder a ellas con eficiencia.

Conclusión

Aunque la vulnerabilidad educativa es un problema significativo, hay muchos caminos para hacerle frente. Las acciones más mínimas pueden hacer la diferencia y propiciar ambientes y experiencias más significativas, conscientes e impactantes dentro del proceso.

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